José Rivera
Tonalá, 25 de abril de
2016, En las últimas fechas las desapariciones de niños y adolescentes
registran un incremento importante a tal grado que la población está perdiendo
interés en tratar de dar con el paradero de las víctimas, pues lo primero que
argumentan en el caso de los jovencitos, es que se fue con el novio o la novia,
otros que huyeron a los conflictos familiares, principalmente maltrato pero el
peor de los casos es que los familiares no denuncian y por lo tanto la fiscalía
o Derechos Humanos no actúan.
Situación por la que
los apesarados familiares dan inicio a una titánica búsqueda con la
incertidumbre de no saber si encontraran a sus seres queridos, por eso circulan
en internet una serie de imágenes de personas desaparecidas, muchas de ellas ya
regresaron al núcleo familiar pero nunca se notificó.
Las edades de las
personas desaparecidas van de 9 a 17 años, principalmente, pero las mujeres
adolescentes son las que más se han visto vulnerables al registrarse un
incremento significativo de desapariciones, todas estas asociadas a las redes
sociales.
El caso de los hombres
adolescentes principalmente se van en busca de otras oportunidades o son
enganchados; en el caso de las mujeres, se ha sabido de casos donde los
delincuentes las utilizan para la explotación sexual; y en el caso de los bebés
para su venta.
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