José Rivera
Tonalá, 22 de febrero de 2016, Con emotiva
misa la tarde de este pasado domingo en la capilla de san Martin, donde desde
hace 6 meses fue enviado como rector. El padre Mario Villareal, celebro sus 10
años de sacerdocio y fue acompañado por fieles católicos, principalmente niños
y jóvenes, quienes son una de la preocupación en el tema de rescate de
adicciones.
En la homilía explicó el trabajo del
sacerdote: hermano entre los hermanos servidor como Cristo, discípulo de la
Palabra, donde va encontrar él su fuerza y sostén, defensor de los últimos, los
pobres, adultos mayores, ancianos.
También incluyó la misión de ser un
promotor de fraternidad y trabajar por la reconciliación, en la relación entre
obispo y sacerdotes y con los fieles, tal como lo hicieran los apóstoles Pedro,
Santiago y Juan acompañando siempre a Jesús.
Este joven sacerdote se caracteriza por trabajar
con jóvenes que presentaban algún tipo de adiciones y es con apoyo de un grupo
de psicólogos como los a logrado sacar adelante, de igual manera en el tema de
apoyo a adultos mayores y a enfermos.
El padre Mario Villareal, siempre ha dicho
“El sacerdote es un servidor de Dios que tiene que trabajar para formar a
Cristo en sus fieles, por ello no pide ver al sacerdote, siempre aconseja ver a
Cristo.
Al final el sacerdote agradeció la
presencia a sus fieles a quienes saluda siempre uno a uno.
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