José Rivera
Tonalá, 18 de noviembre de 2013, Pobreza,
desintegración familiar, pero principalmente la perdida de valores, esos que
nos van haciendo inhumanos, por el simple deseo de deshacerse de lo que
consideran un estorbo. Cada vez es más común que las familias abandonen a sus
abuelos en los hospitales. Una realidad que se hace patente tras el alta
médica: cuando las trabajadoras sociales llaman de los hospitales los teléfonos
no responden. Los familiares no aparecen, es mas algunos nunca llegaron a
verlos, a otros nadie quiere recibirlos.
Con eso se encuentra personal de trabajo social
del hospital general Dr. Juan C. Corzo de esta ciudad, pues muchas personas de
la tercera edad después de haber sido atendidas son olvidadas por meses, por lo
que se solicita el apoyo de los medios de comunicación para dar con los
familiares.
En el caso de don Raquel Pascasio Grajales,
aseguro que cuando se caso con su esposa ella ya tenia dos niños uno de 2 y
otro de 3 años, y el los procuro, “Las dejé a todos bien criados y casados. No
fui un mal padre, pero a raíz que mi esposa falleció y yo me tire al vicio,
vendieron mi casita, y ya no me quieren
ver”, dice don Raquel Ríos (50 años) cuando le preguntan por su familia. Guarda
silencio, lanza un largo suspiro y agrega: “Ellos sabrán, algunos tienen suerte
y otros no”, sostiene mientras mira al resto de los ancianos que son visitados
por sus familias.
Don Raquel no sabe por qué sus hijos lo
abandonaron. Lo que sí sabe es que nadie la ha ido a ver durante los dos meses
que lleva internado en el hospital general Dr. Juan C. Corzo. Mira hacia a su
pasado y no puede contener las lágrimas. Y es que simplemente no encuentra
razones. Dice que quedó viudo hace unos años, pero que cuando sus hijos estaban muy pequeños, tuvo que trabajar duro. Entonces era “útil”.
Todo cambio drásticamente cuando su esposa falleció. Ahora al momento de su
alta médica nadie quiso hacer cargo de el. Pese a que en el recinto asistencial
ubicaron a sus hijos, ninguno apareció. Actualmente vive en este lugar: al
igual que otro ancianito don Pablo de Paz Lorenzana, quien presenta múltiples
fracturas y requiere transfusión de sangre y ningún familiar se hace cargo y
sigue en el abandono, uno de los tantos que usan los hospitales públicos para
evacuar a pacientes con un “alta difícil”. Ancianos que están recuperados de
sus dolencias, pero que nadie reclama ni quiere recibir, situación que agrava
la condición del hospital sobre saturado..
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