José Rivera
Figuras humanas que son vistas por muchos con lastima o ignorados por la sociedad, ellos deambulan por las calles buscando donde pasar la noche y tratando de conseguir alimento, cada uno tiene una historia, un mundo real, cruel, frío, inhumano, y que está en las entrañas de la ciudad. Como es el caso de Juanito.
Con la tristeza reflejada en su rostro el “Juanito” como todos los conocen se pasea de calle en calle con la esperanza perdida, quien por un accidente que sufrió hace varios años al caer del tren le guillotino una pierna y un brazo.
A diario se le ve pasar brincando los cruceros, ante la vista de todos los transeúntes, muchas veces se ha expuesto a que sea atropellado por los automovilistas, principalmente los taxistas quienes no tienen consideración alguna, y son los más prepotentes y groseros.
Por fortuna algunos grupos principalmente religiosos, damas voluntarias de los diferentes clubes sociales y otros particulares que se conmueven con esta situación se toman la tarea de llevar alimentos y un mensaje de esperanza y amor, para los que pasan desapercibidos por la gran mayoría, u olvidados por su familia.
Los indigentes en las calles son como una sombra detrás de una fachada o estructura, figuras humanas que son vistas por muchos con lastima o ignorados por la sociedad, ellos deambulan por las calles buscando donde pasar la noche y tratando de conseguir alimento, cada uno tiene una historia, un mundo real, cruel, frío, inhumano, y que esta en las entrañas de la ciudad. Como es el caso de Juanito.
Sin familia sobreviven como pueden en las frías noches o cuando arrecia la lluvia, buscar un lugar seguro y seco cada día es más difícil, porque son muchos los que hacen de las calles su hogar. Algunos de ellos como el caso de Hilario se cubren con bolsas de polietileno para no sufrir las inclemencias del tiempo
El caso particular de Juanito fue en busca de cumplir el sueño americano se cayo del ferrocarril en movimiento se precipito a las vías del tren por lo que perdió un brazo, una pierna y la razón, situación que lo ha dejado en el desamparo, y en la necesidad de requerir del apoyo de la buena fe de las personas.
Figuras humanas que son vistas por muchos con lastima o ignorados por la sociedad, ellos deambulan por las calles buscando donde pasar la noche y tratando de conseguir alimento, cada uno tiene una historia, un mundo real, cruel, frío, inhumano, y que está en las entrañas de la ciudad. Como es el caso de Juanito.
Con la tristeza reflejada en su rostro el “Juanito” como todos los conocen se pasea de calle en calle con la esperanza perdida, quien por un accidente que sufrió hace varios años al caer del tren le guillotino una pierna y un brazo.
A diario se le ve pasar brincando los cruceros, ante la vista de todos los transeúntes, muchas veces se ha expuesto a que sea atropellado por los automovilistas, principalmente los taxistas quienes no tienen consideración alguna, y son los más prepotentes y groseros.
Por fortuna algunos grupos principalmente religiosos, damas voluntarias de los diferentes clubes sociales y otros particulares que se conmueven con esta situación se toman la tarea de llevar alimentos y un mensaje de esperanza y amor, para los que pasan desapercibidos por la gran mayoría, u olvidados por su familia.
Los indigentes en las calles son como una sombra detrás de una fachada o estructura, figuras humanas que son vistas por muchos con lastima o ignorados por la sociedad, ellos deambulan por las calles buscando donde pasar la noche y tratando de conseguir alimento, cada uno tiene una historia, un mundo real, cruel, frío, inhumano, y que esta en las entrañas de la ciudad. Como es el caso de Juanito.
Sin familia sobreviven como pueden en las frías noches o cuando arrecia la lluvia, buscar un lugar seguro y seco cada día es más difícil, porque son muchos los que hacen de las calles su hogar. Algunos de ellos como el caso de Hilario se cubren con bolsas de polietileno para no sufrir las inclemencias del tiempo
El caso particular de Juanito fue en busca de cumplir el sueño americano se cayo del ferrocarril en movimiento se precipito a las vías del tren por lo que perdió un brazo, una pierna y la razón, situación que lo ha dejado en el desamparo, y en la necesidad de requerir del apoyo de la buena fe de las personas.
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