José
Rivera
Tonalá,
13 de noviembre de 2012, Con la
finalidad de poder mitigar las necesidades prioritarias que han sufrido miles
de afectados por el terremoto de 7.2 grados, que el miércoles 7 sacudió al
departamento de san Marcos, en la hermana república de Guatemala, quienes
claman hoy la ayuda del Gobierno, sociedad y de la comunidad internacional,
para restablecer sus vidas, mientras lloran a sus muertos y buscan a los
desaparecidos, tratando de sobrevivir junto con los niños que despiertan
sobresaltados cuando les vence el cansancio, los miembros de la fundación Dr.
Manuel Velasco Suarez, para la salud y la educación, encabezados por el
coordinador estatal Lic. Enoc Hernández Cruz, se trasladaron al sitio de la
tragedia, como un gesto fraternal.
"Las
gráficas nos hacen recordar aquella película de miedo de los años 70s.
Denominada terremoto en Guatemala, No hubo una sola casa que no sufriera daños,
unos leves y muy otros graves, en toda esta ciudad", dijo Hernández Cruz,
Por ello traemos la ayuda humanitaria que manda el pueblo Chiapaneco a través
de la fundación y por ello con mucho amor damos de mano a mano, coordinándonos
con las autoridades para evitar un descontrol.
Para
ello Enoc Hernández y su comitiva se reunió con el gobernador del departamento
guatemalteco de San Marcos, Luis Rivera, el alcalde de Ayutla, Tecun uman san
Marcos, el presidente de Fundavida, Emilio Gálvez Pérez, con quienes entrego,
agua potable, pañales, frijol Arroz, azúcar, galletas, ,medicamentos, y
pastillas para clorar agua.
Al
cuestionar a Ángeles Solórzano López, una de las afectadas por el sismo en la
ciudad San Marcos, el más golpeado por el fenómeno natural, dijo, "Cuando
esto deje de ser noticia nadie se acordará de nosotros. No sé cómo ni con qué
vamos a levantarnos de nuevo", señaló esta madre soltera con dos niñas,
que se quedó en la calle luego de que la humilde casita en la que habitaba se
desplomó, quedando literalmente en la calle.
Con
temperaturas de menos de cinco grados centígrados, y a penas cubiertos con las
frazadas que lograron sacar de sus destruidas viviendas o que les fueron
facilitadas por algunos vecinos, miles de pobladores de San Pedro y San Marcos
pasaron la noche a la intemperie, pues es un riesgo mayor intentar ocupar sus
viviendas a punto del colapso.
Según
cifras oficiales Más de 2.000 efectivos de las fuerzas armadas, un millar de
socorristas y bomberos, además de una incalculable cantidad de voluntarios de
la pobladores participan desde el mismo jueves en los trabajos de rescate y
remoción de escombros en el más de centenar de comunidades de San Marcos,
Quetzaltenango, Quiché, Sololá, Retalhuleu.
Mismos
que fueron declarados "estado de calamidad" por presidente
guatemalteco, Otto Pérez Molina, previa valoración de la CONRED, a fin de
atender de una forma más rápida la emergencia causada por el terremoto.
Quien
además dijo que la ayuda humanitaria enviada por el Gobierno a los afectados
"ha sido efectiva" mas no suficiente, y que la misma se ha
"complementado con el apoyo de los vecinos", pero expresó que el
pueblo Guatemalteco teme quedar en el olvido al pasar la emergencia. Por lo que
desde el mismo jueves las personas que
fueron afectadas por el terremoto "no están solas", y aseguró que su
Gobierno colaborará en la reconstrucción de las comunidades afectadas, solo
pide un poco de calma.
Según
José Luis Vázquez López, Coordinador de la CONRED, en san Marcos, y miembro de
emisoras unidas de san Marcos, el recuento parcial dado a conocer por las
autoridades, el sismo de magnitud 7,2 en la escala abierta de Richter, hasta el
momento se ha cobrado la vida de 52 personas, dejó al menos 200 heridos y 22
desaparecidos, pero aún no ha dejado de temblar pues al momento van más de 100
réplicas.
Unas
5.251 de personas perdieron sus pertenencias por completo, otras 1,2 millones
fueron afectadas, y seis millones, el 45% de la población total del país, están
en riesgo de quedar sepultados si se repite un evento sísmico de gran
intensidad.
En la
aldea El Recreo, en las afueras de la ciudad de San Marcos, una brigada de
soldados, socorristas y vecinos han logrado rescatar los cadáveres de dos de
los tres hombres que quedaron enterrados en una arenera.
Adriana
Ramírez, una anciana indígena, perdió a su esposo y sus dos hijos, de 22 y 28
años, quienes trabajaban en la arenera en el momento del terremoto.
Casi al
mismo tiempo, en la plaza central del municipio de San Cristóbal Cucho, los vecinos
trataban de consolar a Juan Vásquez, un joven de 17 años, quien perdió el
miércoles a los diez miembros de su familia.
Los
ataúdes de sus padres y ocho hermanos, que murieron bajo los escombros de la
humilde vivienda que les cayó encima por el movimiento telúrico, fueron
inhumados, Juan conto con el apoyo de los vecinos de su comunidad, “no sabe qué
será de su vida ahora que ha quedado solo en el mundo”.
El
sismo del miércoles ha sido el más fuerte que ha sacudido Guatemala desde 1976,
cuando un terremoto de magnitud 7,5 en la escala de Richter se cobró la vida de
25.000 personas y causó pérdidas millonarias.
Urge
plantear la reubicación de las familias, trabajar por la infraestructura de la
zona, y lograr el restablecimiento de los caminos y del puente. Lo sucedido es
un evento traumático, pero tratemos de salir adelante frente a la desgracia”,
manifestaron los afectados.
La
comitiva en su visita a la región para supervisar las tareas de apoyo,
conversaron con los afectados, supervisaron las carpas instaladas, y brindaron
consuelo a los familiares de los fallecidos, Manifestaron a los pobladores la
importancia de una reubicación para evitar que un nuevo sismo afecte mas sus
viviendas.
Los
miembros de la fundación Manuel Velasco, dijeron a los afectados debe evitarse
el talado indiscriminado de los bosques para hacer las casas, porque al
desaparecer el bosque no hay posibilidad de amortiguar los deslizamientos.
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