sábado, 10 de septiembre de 2011

Valdivia llora a sus muertos a trece años de la tragedia ocurrida el 8 de septiembre de 1998



José Rivera
Tonalá, 9 de septiembre de 2011, Lo sucedido en Valdivia el 8 de septiembre de 1998, hace trece años, fue muy difícil el haber estado el día del desastre, recuerdo que mis familiares yo estábamos dormidos cuando empezó a entrar el agua en la casa, nos salvamos de milagro gracias a dios, en la azotea de una construcción de un salón del reino de los Testigos de Jehová. La inundación empezó a eso de las 4 am, y termino como a las 10 pm. Aproximadamente, con gran temor veíamos como se derrumbaban las casas. Así lo relato con lágrimas en los ojos Ana Lujan Matías, una de las sobrevivientes de esa tragedia.
Quien además dijo, La madrugada de ese día en Valdivia, el desastre afectó a la comunidad quedando de manifiesto en toda su amplitud: casas inundadas hasta el techo, calles desaparecidas bajo torrentes de lodo y piedras.
Desde ese día Valdivia ofrece un aspecto de zona de desastre, aun se respira la tragedia, tras las persistentes inundaciones que han causado el mayor desastre natural que se recuerda en la costa del estado de Chiapas. El huracán Mich.
La destrucción afecto no solo a las edificaciones si no los cientos de personas que ahí perdieron lamentablemente la vida, aunque nunca se supo la cantidad real, según lo dieron a conocer los medios de comunicación en esos días.
Ana Lujan también dijo, Cuando ocurrieron las primeras inundaciones, en la madrugada; mi familia y yo salimos corriendo "y fue en el salón, donde el agua nos llegaba a la cintura. Por lo que nos subimos como pudimos al techo y ahí permanecimos por muchas horas mientras orábamos, pidiendo al creador por todos nuestros familiares y amigos, mientras veíamos pasar algunos cuerpos en las corrientes de agua y lodo.
Cuando el nivel del agua bajo, tuvimos que evacuar lo que nos quedaba para llevarlo a casa de familiares, pero nos dimos cuenta que habíamos perdido casi todo", relató Ana Lujan, de 25 años. "Salvamos documentos, diplomas, ropa y el pequeño televisor, porque sin él, ¿cómo vamos a mirar las noticias?" exclamó con una tierna sonrisa. Como para evacuar la inquietud y la tensión que se adivinan en su rostro.
Relativamente aliviado, pues gracias a Dios el río no nos alcanzó en la madrugada el nivel anunciado. Por todas partes había basura y animales muertos flotando, el agua estaba contaminada "Era demasiado pronto para evaluar las pérdidas, se podría hacerlo cuando bajo el nivel del agua, Con los ojos llorosos, Ana Lujan respondió al policía que los insto a partir para un lugar seguro.

Hoy en día la comunidad de Valdivia es un pueblo fantasma, donde aún lloran a sus deudos, en espera que situaciones lamentables como esa no vuelva a suceder. Concluyo.

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