José Rivera
Ante la galopante carestía que impera en combustibles, refacciones y una tarifa preferencial que nunca ha sido la suficiente el problema del transporte público en Mapastepec se sigue agudizando estando en riesgo incluso la quiebra de algunas de sus rutas.
Joel Silva Toledo, integrante de la Asociación de Transportistas de Mapa microbuses consideró como alarmante la situación por la que atraviesa el sector derivado del alto costo operacional de estas unidades que ya no soportan más aumentos.
“La fulminante carestía sin lugar a dudas es difícil de combatir, algunas rutas trabajan incluso a marchas forzadas por el aumento a los carburantes, las refacciones y además tener que cumplir con el programa de modernización”, afirmó.
Refirió que los incrementos que registraron los carburantes hasta en 6 ó 7 ocasiones y que aún no se detiene redujeron hasta 45 por ciento los ingresos para los concesionarios. Manifestó que los concesionarios del transporte analizan las medidas a tomar ante la insensibilidad del Gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa por no implementar acciones que frenen el aumento al combustible, lo cual ha influido para que el sector este inmerso en una crisis permanente.
“El incremento en los carburantes y refacciones ha generado que los concesionarios del transporte público, en ocasiones inviertan casi el doble de efectivo para cargar sus unidades.
Silva Toledo señaló que “no se trata sólo de frenar el incremento en el combustible que mueve el 80 por ciento de la economía del país, sino que le bajen al precio o lo congelen”.
Ante la galopante carestía que impera en combustibles, refacciones y una tarifa preferencial que nunca ha sido la suficiente el problema del transporte público en Mapastepec se sigue agudizando estando en riesgo incluso la quiebra de algunas de sus rutas.
Joel Silva Toledo, integrante de la Asociación de Transportistas de Mapa microbuses consideró como alarmante la situación por la que atraviesa el sector derivado del alto costo operacional de estas unidades que ya no soportan más aumentos.
“La fulminante carestía sin lugar a dudas es difícil de combatir, algunas rutas trabajan incluso a marchas forzadas por el aumento a los carburantes, las refacciones y además tener que cumplir con el programa de modernización”, afirmó.
Refirió que los incrementos que registraron los carburantes hasta en 6 ó 7 ocasiones y que aún no se detiene redujeron hasta 45 por ciento los ingresos para los concesionarios. Manifestó que los concesionarios del transporte analizan las medidas a tomar ante la insensibilidad del Gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa por no implementar acciones que frenen el aumento al combustible, lo cual ha influido para que el sector este inmerso en una crisis permanente.
“El incremento en los carburantes y refacciones ha generado que los concesionarios del transporte público, en ocasiones inviertan casi el doble de efectivo para cargar sus unidades.
Silva Toledo señaló que “no se trata sólo de frenar el incremento en el combustible que mueve el 80 por ciento de la economía del país, sino que le bajen al precio o lo congelen”.
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