miércoles, 5 de mayo de 2010

Pocos albañiles celebraron su día en la costa


José Rivera
A pesar de la crisis económica que todavía afecta a amplios sectores de la sociedad, los trabajadores de la industria de la construcción celebran este lunes el tradicional Día de la Santa Cruz, en el que se bendicen aquellas obras de infraestructura que están en proceso y comparten los alimentos en medio de celebraciones donde se mezcla lo religioso con lo pagano.
Las grandes comidas en las que se repartía barbacoa y carnitas de cerdo están casi extintas, debido a que ello incrementa de manera importante los costos de las constructoras o de los particulares que llevan a cabo alguna mejora o ampliación en sus hogares; sin embargo, por menor que sea el festejo la fecha sirvió para compartir un pollo con mole, arroz, tortillas o cualquier tipo de alimento de bajo costo.
Sin embargo, la fecha no pasó desapercibida, pues en la mayoría de las “obras” los “maistros” se reunieron con sus patrones, algunos con el arquitecto o el ingeniero responsable del proyecto, para dejar a un lado el rudo trabajo de la construcción y dar paso a la celebración que, por sencilla que fuera, permitió compartir un momento de sana convivencia.
Las bebidas no pudieron faltar, y desde el agua de caña” (chicha) Taberna, hasta el tequila pasando por la cerveza fueron motivo también de este festejo en el que hubo incluso fuegos artificiales.
La mayoría de los albañiles aprovecharon su día para llevar a bendecir la tradicional cruz de madera decorada con papel de colores e incluso flores, la cual es colocada en lo más alto de la obra en construcción, para que cuide a quienes ahí trabajan.
El Día de la Santa Cruz es una de las pocas costumbres y tradiciones que los trabajadores de la industria de la construcción se niegan a perder, por lo que se mantuvo presente en la mayoría de las obras en proceso.
Manuel Medina Gutierrez, padre de tres hijos y quien lleva 20 años dedicados a ser maestro albañil, comentó que la crisis económica sí le afectó, igual que al resto de sus compañeros que tuvieron una disminución de trabajo desde el 2008, puesto que refirió que si bien en años pasados había actividad todo el año, desde 2009 se redujo a 7 obras, la mayoría construcciones, ampliaciones o remodelaciones de casas.
Comentó que las obras grandes a cargo de empresas, siempre requieren mano de obra, sin embargo pagan mal, aunado a que no ofrecen seguridad social, cuyos sueldos van de los mil 200 a mil 600 pesos a la semana, aunque hay constructores que pagan 700 pesos a quienes son ayudantes. “Los que trabajamos por nuestra cuenta nos va mejor, pero es más cansado”.

No hay comentarios: