sábado, 19 de diciembre de 2009

Crisis pego a casa de empeño en Tonalá


José Rivera
Casas de empeño reportan un diciembre de 2009 atípico en la actividad, con una afluencia promedio de 80 clientes por comercio al día, donde arriba del 50 por ciento en lugar de pagar los adeudos llevan más joyas o artículos de valor para recibir nuevos créditos prendarios orillados por la crisis, lo que adelantó la cuesta de enero esperada hasta el 2010.

Por tradición este mes los negocios del giro, (más de 15 ubicados en el primer cuadro de la Ciudad) reciben el pago de los empeños o refrendos con la derrama de los aguinaldos, hecho que ahora no ocurrió.

Desde el pasado lunes en las casas de empeño se anticipó la cuesta de enero en pleno diciembre y se han visto abarrotadas de pignorantes, revelan gerentes de varias sucursales de estas fundaciones prestamistas.

“Tenemos un año, atípico a otros, hemos recibido mucha gente, la mayoría, viene a empeñar”, comentó.

“Se supone que en estas fechas del año, como ha ocurrido en tiempos pasados, en 2007, y 2008 hacia atrás lo normal era que venían al refrendo o a desempeñar”.

Atribuyó el vuelco de la población sobre las casas de empeño en diciembre a la crisis económica en el país y a las elevadas tasas de desempleo que se registran.

“Estamos recibiendo en promedio hasta 80 clientes al día, y de ellas más de la mitad viene a empeñar, lo que nos indica que en enero esto aumentará de forma bastante considerable, porque ya lo están haciendo ahora que apenas es diciembre”.

En contra parte algunas de las clientes en una entrevista por este medio Estela Saucedo de Rodríguez ama de casa resalto que subsiste gracias a las casas de empeño, su más reciente crédito prendario fue por un monto de más de cinco mil pesos, una esclava de caballero valuada en 15 mil pesos.

“Sólo mi esposo trabaja, tenemos cuatro hijos, dos de ellos en la universidad y es como les hemos podido dar estudios y lo que necesiten de forma humilde”, relató.

El jefe del hogar trabaja de burócrata en una dependencia de Gobierno donde recibió seis mil pesos de aguinaldo, que sirvieron para en su caso refrendar las prendas.

“Mi esposo me dio el dinero de su aguinaldo y de inmediato me vine a pagar algo de lo que debo, para no perder las joyas, pero así es como hemos podido salir adelante”, narró.

Saucedo de Rodríguez dijo que este 24 de diciembre su familia cenará “pavorosos frijoles” debido a la crisis económica y las deudas que debieron pagar por encima de los 500 pesos mensuales.

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