José Rivera
Tonalá, 9 de mayo de
2016, Aunque por todos es bien sabido
que existen clínicas psiquiátricas para dar una atención profesional y humana a
enfermos mentales, la verdad es que pocos apoyan a sus familiares para que
ingresen a estas, porque se debe pagar o contribuir con la estancia del
paciente, por lo que muchos de estos son literalmente abandonados o en el peor
de los casos lanzados a la calle.
Las personas en
calidad de abandono por múltiples padecimiento, mismos que van de la
esquizofrenia, demencia, u otros como, alcoholismo, drogadicción, ceguera,
entre otros siempre han existido, Pero muchos cerramos los ojos para no ver la cruel
realidad.
En últimas fechas se
puede encontrar a un adulto mayor invidente pernoctando en la banqueta de la calle
5 de febrero entre las avenidas Hidalgo y Matamoros, por la tienda de telas Parisina
y el lleva años viviendo en esa condición lo que es inhumano.
Tal y como en su
momento vivieran o sobreviviera Hilario o Fernando la Bejuca Hasta que murieron,
en el abandono en las calles, Ojala y el comentario llegue a alguna autoridad
competente y se pueda dar atención a este tipo de situaciones que son por demás
lamentables.
Desafortunadamente es
una realidad en nuestro país y nuestras legislaciones no dan pauta al cuidado
de este tipo de personas, el DIF, en si no es la instancia idónea, pues no
cuenta con los recursos económicos ni humanos, debería existir un sistema de
albergues exclusivos para la atención a la indigencia, Estos podrían depender o
ser coordinados a través de Sedesol o DIF nacional o hasta de las propias Ongs
estimulando fiscalmente a quienes se dediquen a ello
Recientemente se ha
visto a una mujer que personas de buen corazón llevan en apoyo de muleta humana
para llegar a la farmacia a pedir para un medicamento o mendigar para comer,
Esa señora comentan que antes andaba una niña que llegaban a pedir limosna al
mercado, últimamente se le ha visto y ya no puede caminar por si sola ya no
trae a la criatura.
Ella según comentan
vive en Arriaga y cuando le preguntan por la niña solo dice que la tiene en su
casa pero no dice con quien, según vive en el barrio Venustiano Carranza de ese
municipio, a ella frecuentemente se le canaliza al hospital porque se ve su
estado muy crítico.
Los transportistas la
ven seguido en la terminal de Tonalá – Arriaga y dicen en su estado de salud ya
es muy riesgoso traerla como pasajero, pues casi no camina y la tienen que
subir cargando, cuando viene a pedir dinero a Tonalá, donde se la pasa acostada
en las calles pues casi no tiene fuerza para sostenerse de pie.
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