José
Rivera
Tonalá,
21 de abril de 2014, Para lograr una verdadera educación en los niños no hay
nada como atraer su atención, interés y afecto; esa interconexión entre alumno
y maestro, de otra manera lo único que se logra son burriquines cargados de
libros, asi lo dio a conocer Ruby Mireya Pérez López, madre de familia.
Quien
además dijo, ella tienen un niño de nombre Diego de 5 años, y es su tesoro, por
eso agradece a las verdaderas educadoras aquellas que educan bien a los niños,
pues asegura ellas merecen recibir más honores que los propios padres de los
menores, porque aunque ellos les dieron vida, y suplen necesidades básicas, por
obligación deben atender, mas sin embargo las educadoras comprometidas enseñan
en cada acción dia a dia el arte de vivir bien.
La
verdadera educadora lo trae en la venas busca de diversos medios que sus
pupilos, aprendan sin pensar en el esfuerzo invertido, encontrando en ello una
gran satisfacción, esa que solo da el servicio, por ello recomendó a quien no
tiene convicción mejor no se emplee en ello porque es una labor que requiere
gran compromiso.
No
hay mejor pago que la sonrisa de agradecimiento de un niño.
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