José Rivera
Tonalá, 17 de agosto 2012, Paredes agrietadas, techos desplomados,
fisuras en la estructura y hundimientos en la cimentación, son indicadores que
dicen que una vivienda no está en condiciones aptas para estar habitada sin que
genere algún peligro, o al menos esas son las características que se tienen en
cuenta para decir que este esta en riesgo del colapso, asi lo dio a conocer el
Ing. Mario Avendaño Sánchez, miembro de resistencia civil.
Quien además dijo que son principalmente las que se encuentran en el
centro, las que por falta de atención de los propietarios están malas
condiciones y a punto de caer o ya parcialmente derrumbadas, tal como sucedió
la pasada temporada de lluvia en la avenida Rayón donde se desplomo una casa de
adobe y otras mas ubicadas en diversos puntos de la ciudad
Por lo que la autoridad debe proceder a ordenar a través de una
resolución la demolición de un inmueble en mal estado, antes que suceda una
desgracia.
Avendaño Sánchez, también dijo, Una vez un ciudadano presenta la queja
desarrollo urbano, debería establecer la veracidad del hecho, apoyándose en un
peritaje y determinar que efectivamente el inmueble es una amenaza y que por lo tanto tiene que ser demolido o
admite reparación, porque puede afectar a la comunidad, a los transeúntes y los
colindantes.
Si el inmueble esta ocupado se debe solicitar su desalojo.
Posteriormente se inicia un acto administrativo en el que a través del dictamen
del Perito se profiere una resolución, porque si este inmueble se siniestra los
ocupantes seguramente solicitaran una indemnización.
Por ello la importancia de trabajar en materia de prevención de esta
manera reducirán riesgos y sobre todo costos económicos o de vidas humanas.
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