José Rivera
Tonalá, 9 de
septiembre de 2011, Lo sucedido en Valdivia el 8 de septiembre de 1998, hace
trece años, fue muy difícil el haber estado el día del desastre, recuerdo que
mis familiares yo estábamos dormidos cuando empezó a entrar el agua en la casa,
nos salvamos de milagro gracias a dios, en la azotea de una construcción de un
salón del reino de los Testigos de Jehová. La inundación empezó a eso de las 4
am, y termino como a las 10 pm. Aproximadamente, con gran temor veíamos como se
derrumbaban las casas. Así lo relato con lágrimas en los ojos Ana Lujan Matías,
una de las sobrevivientes de esa tragedia.
Quien además dijo, La
madrugada de ese día en Valdivia, el desastre afectó a la comunidad quedando de
manifiesto en toda su amplitud: casas inundadas hasta el techo, calles
desaparecidas bajo torrentes de lodo y piedras.
Desde ese día Valdivia
ofrece un aspecto de zona de desastre, aun se respira la tragedia, tras las
persistentes inundaciones que han causado el mayor desastre natural que se
recuerda en la costa del estado de Chiapas. El huracán Mich.
La destrucción afecto
no solo a las edificaciones si no los cientos de personas que ahí perdieron
lamentablemente la vida, aunque nunca se supo la cantidad real, según lo dieron
a conocer los medios de comunicación en esos días.
Ana Lujan también
dijo, Cuando ocurrieron las primeras inundaciones, en la madrugada; mi familia
y yo salimos corriendo "y fue en el salón, donde el agua nos llegaba a la
cintura. Por lo que nos subimos como pudimos al techo y ahí permanecimos por
muchas horas mientras orábamos, pidiendo al creador por todos nuestros
familiares y amigos, mientras veíamos pasar algunos cuerpos en las corrientes
de agua y lodo.
Cuando el nivel del
agua bajo, tuvimos que evacuar lo que nos quedaba para llevarlo a casa de
familiares, pero nos dimos cuenta que habíamos perdido casi todo", relató Ana
Lujan, de 25 años. "Salvamos documentos, diplomas, ropa y el pequeño
televisor, porque sin él, ¿cómo vamos a mirar las noticias?" exclamó con
una tierna sonrisa. Como para evacuar la inquietud y la tensión que se adivinan
en su rostro.
Relativamente
aliviado, pues gracias a Dios el río no nos alcanzó en la madrugada el nivel
anunciado. Por todas partes había basura y animales muertos flotando, el agua
estaba contaminada "Era demasiado pronto para evaluar las pérdidas, se
podría hacerlo cuando bajo el nivel del agua, Con los ojos llorosos, Ana Lujan
respondió al policía que los insto a partir para un lugar seguro.
Hoy en día la
comunidad de Valdivia es un pueblo fantasma, donde aún lloran a sus deudos, en
espera que situaciones lamentables como esa no vuelva a suceder. Concluyo.
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