José Rivera
Tonalá, 4 de septiembre de 2011, Llanto silencioso se percibió durante la misa y cortejo fúnebre. En las instalaciones de la iglesia de san Francisco de Asís, posteriormente sus familiares y amigos acompañaron a sepultar a la maestra Irasema Suárez Cruz, de 46 años de edad, quien falleció el pasado jueves a consecuencia de un padecimiento que le aquejaba, sus familiares decidieron llevar a sepultar a su hija a este municipio, de donde son originarios.
En Tonalá, la maestra Irasema, era muy conocida, pues contaba con mas de 26 años de servicio, no porque diera clases en jardines de niños, sino porque aquí vivió toda su vida. Algunos vecinos recordaron que todos los días la veían pasar cuando iba al plantel. Por ello sus compañeras educadoras la recuerdan con mucho cariño y respeto.
Recientemente la maestra fue distinguida con la dirección de un jardín de niños de la ciudad de Ocosingo, Sin embargo nunca imaginaron la suerte que le deparaba a la docente. Pues fue en esa ciudad donde falleciera.
Por ello, sus amigos poco quieren hablar. Prefieren respetar el dolor de la familia Suárez Bravo.
La maestra era apreciada por sus alumnos. Uno de ellos, Jesús Alberto Pérez, hoy estudiante de secundaria, la recuerda porque siempre los trataba bien.
“Estuve con ella hace doce años, y nos trataba bien. Era buena persona”, dice el jovencito con lagrimas en los ojos. La profesora siempre platicaba amigablemente con él y le daba consejos.
“Mis hermanos también estuvieron con ella, y yo cuando venía, platicaba con ella. Era buena maestra”, cuenta.
Tonalá, 4 de septiembre de 2011, Llanto silencioso se percibió durante la misa y cortejo fúnebre. En las instalaciones de la iglesia de san Francisco de Asís, posteriormente sus familiares y amigos acompañaron a sepultar a la maestra Irasema Suárez Cruz, de 46 años de edad, quien falleció el pasado jueves a consecuencia de un padecimiento que le aquejaba, sus familiares decidieron llevar a sepultar a su hija a este municipio, de donde son originarios.
En Tonalá, la maestra Irasema, era muy conocida, pues contaba con mas de 26 años de servicio, no porque diera clases en jardines de niños, sino porque aquí vivió toda su vida. Algunos vecinos recordaron que todos los días la veían pasar cuando iba al plantel. Por ello sus compañeras educadoras la recuerdan con mucho cariño y respeto.
Recientemente la maestra fue distinguida con la dirección de un jardín de niños de la ciudad de Ocosingo, Sin embargo nunca imaginaron la suerte que le deparaba a la docente. Pues fue en esa ciudad donde falleciera.
Por ello, sus amigos poco quieren hablar. Prefieren respetar el dolor de la familia Suárez Bravo.
La maestra era apreciada por sus alumnos. Uno de ellos, Jesús Alberto Pérez, hoy estudiante de secundaria, la recuerda porque siempre los trataba bien.
“Estuve con ella hace doce años, y nos trataba bien. Era buena persona”, dice el jovencito con lagrimas en los ojos. La profesora siempre platicaba amigablemente con él y le daba consejos.
“Mis hermanos también estuvieron con ella, y yo cuando venía, platicaba con ella. Era buena maestra”, cuenta.
1 comentario:
Mis respeto para la maestra.tuve la fortuna de conocerla hace poco y rapido se gano mi cariño, por onesta,y alegre, que apesar de que la acababan de operar tenia muchas ganas de vivir y no se dejaba vencer por nada, a donde llegaba cambiaba su entorno.
AQUI EN OCOSINGO LA BAMOS A ESTRAÑAR:(
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