José Rivera
Ciudad de México, 17 de noviembre de 2017, El cuento atestigua la
naturaleza humana. Surge de la memoria, de una visión turbulenta, rispida o de
un sueño placentero. También de una experiencia adversa, dijo el escritor sino
mexicano Oscar Wong, originario de Tonalá, Chiapas.
"Testimonio de una vivencia explícita, el cuento se erige como
la revelación misma de la vida. En una página puede condensar la vorágine
cósmica o la hostilidad del mundo, la contrariedad de la conducta o acaso el
gesto discordante del individuo.
La charla con el Premio Chiapas en Artes 2015 es a propósito de la
presentación de su obra "El cuento. Caracol Luminoso del Lenguaje",
la noche del miércoles 15, que reunió a diversas personalidades, quienes
mostraron su interés en esta nueva obra, considerada fundamental para la
enseñanza-aprendizaje del tema.
El libro, coincidieron los ponentes, moderados por Marina
Hernández, subdirectora de la Casa Museo, despliega los modelos básicos en
forma y contenido de manera que el escritor incipiente o integrante de algún
taller de creación literaria, asuma la doble vertiente que se plantea:
disfrutar los textos de ficción y observar con ojo crítico la manera con que el
escritor configura ese cosmos viviente, ese "caracol del lenguaje",
el cuento, tan íntimo y profundo que en sí mismo se repliega lleno de
luminosidad.
El título es un homenaje a Julio Cortázar, quien explica que el
cuento es como un caracol luminoso. Por supuesto que hay, míticamente hablando,
una simbología peculiar. El caracol como laberinto, como sabiduría y,
principalmente, como resurrección, concluyó Wong.

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