martes, 21 de marzo de 2017

La poesía es un ceremonial sagrado: Oscar Wong

José Rivera
Tonalá, Chiapas  21 de marzo de 2017, La poesía representa un ritual, la manifestación emocionada de la existencial, que se traduce en revelación, en unión sagrada. La función de la poesía significa un verdadero enlace entre la realidad interior, de sus intuiciones y emociones, y el mundo exterior del que forma parte el autor.
Óscar Wong, poeta originario de la costa chiapaneca (Tonalá, Chiapas, agosto 26 de 1948) expresó lo anterior al unirse a los festejo del Día Mundial de la Poesía, este 21 de marzo, fecha también que recuerda el natalicio del Benemérito de las Américas e inicio de la Primavera.
 “La palabra designa a la esencia, es la substancia misma: ahí estriba lo mágico del lenguaje, el sentido de la Palabra”, precisó Wong, Premio Chiapas en Artes 2015, lamentándose que desafortunadamente en nuestro país, y en especial en Chiapas, se ha perdido el respeto por ésta. “Recuerdo que en mi infancia en Tonalá, las personas decían: te doy mi palabra. Y nadie firmaba ningún papel. Se confiaba en la integridad de la persona que había dado su palabra”. Al respecto, recordó la expresión del poeta español León Felipe, quien indicaba: “La poesía es la voz más entera del hombre”. Sí, es terrible lo que acontece en nuestro país. Se ha perdido el respeto hasta la vida misma.
El Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 1988 evocó lo establecido por el poeta inglés Robert Graves, quien indicaba que la poesía es la invocación a la Diosa; es decir, a la existencia, a la vida misma. “Si el ser humano ha extraviado el sentido de la sacralidad, entonces estamos casi al borde del aviso. Eso explica la presencia de personajes tan peligrosos como Donald Trump y los políticos que saquean el erario público”.
Wong, quien además es Premio de Poesía Ciudad del Carmen, Campeche, en el 2000, por su libro “Razones de la voz”, precisó que el hermoso endecasílabo de Octavio Paz, que aparece en “Piedra de sol” es importante: Todo se transfigura y es sagrado”, dijo, “por eso la vida debe defenderse.
Al ser interrogado sobre cómo debíamos festejar El Día Mundial de la Poesía, Wong replicó de inmediato: “leyendo poesía, obsequiando poemarios, respetando la vida. También cuidando lo que se publica. Muchas veces, por seguir un lineamiento político, se publican tonterías. Imagínate cuántos árboles se talan para producir papel y luego desperdiciarlo en pésimos poetas? Eso no se vale”. Y con una sonrisa, precisó: “No, no es un mensaje o cuestionamiento a ciertas prácticas chiapanecas. De veras. Por eso mejor vuelvo, y concluyo, con el tema de nuestra entrevista: “La palabra, la poesía misma, es un ceremonial santificado, perpetuo. Ahí estriba lo mágico del lenguaje, el sentido de la Palabra”.
O, como expresaba Octavio Paz, concluyó: “Tiempo suspendido, rito o festín. Iluminación. Palabra y silencio: poesía”. En todo poeta debe existir un equilibrio entre su expresión y el sentimiento. Después de todo la presencia del hecho estético, del fenómeno poético, representa un rito, un ceremonial”.
Según El poema seminal: “En la literatura mexicana, el nombre de Óscar Wong es sinónimo de persistencia, de constancia. Durante más de 30 años ha luchado contra todo para forjar una escritura que se sostiene por sí misma, fiel al lenguaje, a la búsqueda de la poesía y a sus propias leyes internas. Sus raíces, la china y la chiapaneca, están plenamente amalgamadas en su trabajo creador, sin mostrarse aparatosamente.

De ahí que su poesía es un continuo triunfo sobre la armazón idiomática de que está hecha. Además, el magisterio casi silencioso y la continua indagación crítica de que ha hecho alarde, sostiene a Wong como alguien que ha podido superar con creces las limitaciones del capillismo y el sectarismo, tan marcado en estas lides”.

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