viernes, 24 de junio de 2016

El voluntariado en peligro de extinción, Feliz día del socorrista

Jose Rivera
Hoy es un día especial para felicitar a los discípulos de Jean Henry Dunant,  ciudadano ejemplar, nacido en Ginebra Suiza, el 8 de mayo de 1828, hombre de negocios, filántropo y activista de la causa humanitaria, y primer Premio Nobel de la Paz en 1901, banquero que dejo todo por servir al prójimo teniendo su mayor referente en la batalla del Solferino, a quien con cariño llamaban el hombre de blanco
Los tiempos actuales exigen que estos socorristas voluntarios, héroes verdaderos se capaciten constantemente en la escuela de técnicos en urgencias médicas para poder hacer esta  humanitaria labor en ambulancias, aun cuando esta actividad se realice de formas voluntaria en su gran mayoría, pues el trabajar con vidas humanas y el servicio así lo exige.
Para formar parte de los grupos voluntarios como el caso de la Cruz Roja, para ser socorrista, es necesario contar con un trabajo o estar estudiando, puede realizar ambas actividades para ser aceptado en el activo, ello será un garante de que no se trata de una persona ociosa, pues se busca tener filtros para evitar el ingreso de personas indeseables a estos tipos de organismo, sobre todo que no lucren con la actividad humanitaria.
Existen algunos sujetos voluntariosos que han llegado a las instituciones a causar daño a tranzar a despotricar como merolicos y tienen la habilidad para engañar a las personas, el tiempo se encargara de hacerles saber su pobreza de espíritu, la labor de un verdadero socorrista va más allá de pedir un recurso a cambio de su actividad, ya que servir es una bendición.
Ser socorrista voluntario es una actividad muy cara pues solamente adquirir un uniforme reglamentario supera los 1500 pesos por lo que muchos de ellos no tienen el recurso suficiente para su compra, asi como también los equipos como son cascos, guantes, botiquín, equipos médicos prehospitalarios, insumos, capacitación constante, entre otros.

Dios bendiga al verdadero socorrista, a aquel que entiende lo que es ser humano y antepone el principio de altruismo y filantropía al de sus propios intereses, siendo ejemplo para sus compañeros, aun cuando no cuente con el reconocimiento expreso de las autoridades y en muchos casos ni de sus propios familiares, quienes realizan esta actividad saben que su integridad física siempre está expuesta, el socorrista es un persona ordinaria que hace cosas extraordinarias.

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