José Rivera
Tonalá, 14 de febrero de 2012, En los últimos años, el número de personas que viven en unión libre en la costa se duplicó, mientras los matrimonios bajaron significativamente, así lo aseguro Marbella Lujan Solís, funcionaria de registro civil.
Quien además comentó que en el caso de las parejas que se separan y tienen hijos, el 95 por ciento se queda con la madre y sólo el uno por ciento con el padre, mientras el cuatro por ciento con otro familiar con abuelos o tíos.
Según registros del censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aumentaron hasta en un 40% el número de parejas en unión libre en un comparativo de 10 años.
Autoridades eclesiásticas aseguran que las parejas ya no quieren adquirir responsabilidad al contraer matrimonio, al contrario prefieren una vida sin compromisos forzosos.
Por su parte la diputada local Margot de los Santos, dijo que la falta de responsabilidad de los padres en la formación matrimonio al no dar certeza legal afecta principalmente a sus hijos, factor importante del núcleo familiar.
La legisladora reconoció que los padres como pilares de la familia tenemos la responsabilidad de trabajar con mayor intensidad para generar estabilidad y preservar valores.
Recalcó que en los casos que viven en amasiato, cuando una de las partes está casada legalmente con otra persona y viven con alguien más en unión libre, no existe posibilidad de contar con una seguridad social en una derechohabiencia.
Explicó que mientras los hijos, producto de la unión libre, estén reconocidos por ambas partes, las leyes protegen sus intereses y necesidades.
Añadió que la causas por las que muchas parejas viven en estas condiciones, son porque prefieren evitar un trámite de divorcio que puede ser costoso o tardío, porque desconocen el paradero de su ex pareja y no tienen donde notificar, o simplemente por comodidad, pero es muy importante iniciar el trámite legal.
Tonalá, 14 de febrero de 2012, En los últimos años, el número de personas que viven en unión libre en la costa se duplicó, mientras los matrimonios bajaron significativamente, así lo aseguro Marbella Lujan Solís, funcionaria de registro civil.
Quien además comentó que en el caso de las parejas que se separan y tienen hijos, el 95 por ciento se queda con la madre y sólo el uno por ciento con el padre, mientras el cuatro por ciento con otro familiar con abuelos o tíos.
Según registros del censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aumentaron hasta en un 40% el número de parejas en unión libre en un comparativo de 10 años.
Autoridades eclesiásticas aseguran que las parejas ya no quieren adquirir responsabilidad al contraer matrimonio, al contrario prefieren una vida sin compromisos forzosos.
Por su parte la diputada local Margot de los Santos, dijo que la falta de responsabilidad de los padres en la formación matrimonio al no dar certeza legal afecta principalmente a sus hijos, factor importante del núcleo familiar.
La legisladora reconoció que los padres como pilares de la familia tenemos la responsabilidad de trabajar con mayor intensidad para generar estabilidad y preservar valores.
Recalcó que en los casos que viven en amasiato, cuando una de las partes está casada legalmente con otra persona y viven con alguien más en unión libre, no existe posibilidad de contar con una seguridad social en una derechohabiencia.
Explicó que mientras los hijos, producto de la unión libre, estén reconocidos por ambas partes, las leyes protegen sus intereses y necesidades.
Añadió que la causas por las que muchas parejas viven en estas condiciones, son porque prefieren evitar un trámite de divorcio que puede ser costoso o tardío, porque desconocen el paradero de su ex pareja y no tienen donde notificar, o simplemente por comodidad, pero es muy importante iniciar el trámite legal.
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