José Rivera
Tonalá, 28 de septiembre de 2011, Francisco Assisi; Asís, actual Italia, 1182-id., 1226) Fundador de la orden franciscana. Hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone, Francisco de Asís era un joven mundano de cierto renombre en su ciudad.
En 1202 fue encarcelado por unos meses a causa de su participación en un altercado entre las ciudades de Asís y Perugia. Tras este lance, aquejado por una enfermedad e insatisfecho con el tipo de vida que llevaba, decidió entregarse al apostolado y servir a los pobres. En 1206 renunció públicamente a los bienes de su padre y vivió a partir de entonces como un ermitaño.
San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de clarisas.
Sin embargo, la dirección de la orden no tardó en pasar a los miembros más prácticos, como el cardenal Ugolino (que luego fue Papa) y el hermano Elías, y él pudo dedicarse por entero a la vida contemplativa. Durante este retiro, San Francisco de Asís recibió los estigmas (las heridas de Cristo en su propio cuerpo), según testimonio de él mismo, y compuso el poema Cántico de las criaturas o Cántico del hermano sol, que influyó en buena parte de la poesía mística española posterior.
San Francisco de Asís fue canonizado dos años después de su muerte, el 15 de julio de 1226, y sus sucesores lo admiraron tanto por su modelo de austeridad como por su sensibilidad poética.
La principal fiesta es la del patrón del pueblo, San Francisco de Asís, celebrada del 24 de septiembre al 8 de Octubre, además de la fiestas patrias de septiembre, decembrinas, y la Feria Regional Istmo - Costa, donde se reúnen los municipios de la Región: Arriaga, Tonalá, Pijijiapan y Mapastepec; Desde el 24 de Septiembre por la madrugada, es decir a las 00:00 horas, es cuando da inicio las festividades, en honor del patrón del pueblo, San Francisco de Asis el cual es bajado de su pedestal para que la gente pueda estar cerca de él e incluso pueda tocarlo, mismas que son adornadas con coloridas ofrendas al pueblo y la iglesia católica tradicional, de antaño familias enteras se dan cita en las calles de esta localidad, para hacer tributo a su santo y de esta forma venerarlo.
Estas festividades duran hasta el 08 de octubre, que es cuando el santo es regresado a su pedestal y su pueblo ya ha solicitado sus milagros, de los cuales no tienen ninguna duda que se harán realidad, pues la devoción a este santo es muy grande, al grado que es muy difícil pensar que en estas fiestas haga falta un solo habitante de Tonalá.
Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él, tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical.
Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado.
Cuando Francisco tenía unos 20, estalló la discordia entre las ciudades de Perugia y Asís, y en la guerra, el joven cayó prisionero de los peruginos. Duró un año, y Francisco la soportó alegremente. Sin embargo, cuando recobró la libertad, cayó gravemente enfermo.
La enfermedad, en la que el joven probó una vez más su paciencia, fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se sintió con fuerzas suficientes, determinó ir a combatir en el ejército de Galterío y Briena, en el sur de Italia. Con ese fin, se compró una costosa armadura y un hermoso manto. Pero un día en que paseaba ataviado con su nuevo atuendo, se topó con un caballero mal vestido que había caído en la pobreza; movido a compasión ante aquel infortunio, Francisco cambió sus ricos vestidos por los del caballero pobre. Esa noche vio en sueños un espléndido palacio con salas colmadas de armas, sobre las cuales se hallaba grabado el signo de la cruz y le pareció oír una voz que le decía que esas armas le pertenecían a él y a sus soldados.
Francisco partió a Apulia con el alma ligera y la seguridad de triunfar, pero nunca llegó al frente de batalla. En Espoleto, ciudad del camino de Asís a Roma, cayó nuevamente enfermo y, durante la enfermedad, oyó una voz celestial que le exhortaba a "servir al amo y no al siervo". El joven obedeció. Al principio volvió a su antigua vida, aunque tomándola menos a la ligera. La gente, al verle ensimismado, le decían que estaba enamorado. "Sí", replicaba Francisco, "voy a casarme con una joven más bella y más noble que todas las que conocéis". Poco a poco, con mucha oración, fue concibiendo el deseo de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio.
El pueblo Tonalteco, cuando la actividad primaria era principalmente la pesca, se encomendaban a este santo, creciendo día con día y a través de supuestos milagros impensables, su fe en él;, es cuando el santo es subido nuevamente a su pedestal, cuando las festividades terminan.
Cabe señalar que durante todo el proceso de estas fiestas, la gente de esta demarcación disfruta de muchas experiencias, a lo largo de las tan famosas ofrendas, empresas locales e internacionales rinden tributo, familias enteras e inclusive colonias enteras se ponen de acuerdo para sacar a las tan conocidas chiapanecas ofreciendo diversos vienes a los que más lo necesitan.
Hoy en día no es más que una muestra simbólica de lo que fueran las acciones de su santo, al desprenderse de los vienes materiales, en los momentos cruciales de tus vida, coloridos vestidos llevan las chiapanecas, risa en el pueblo, música diversa, aplausos y una verdadera devoción de los católicos, por este santo.
La falta de orden, las viviendas aledañas a las rutas clásicas de las ofrendas se han visto afectadas por la falta de consideración de los feligreses, embotellamientos vehiculares y acumulación de basura en toda la zona, por desgracias una mala organización por parte las autoridades, ya que esta problemática es de todos los años.
Seria de vital importancia que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, y que se ponga un orden entre los espectadores de tan bellos espectáculos y se pueda seguir con calma en cada festejo.
Tonalá, 28 de septiembre de 2011, Francisco Assisi; Asís, actual Italia, 1182-id., 1226) Fundador de la orden franciscana. Hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone, Francisco de Asís era un joven mundano de cierto renombre en su ciudad.
En 1202 fue encarcelado por unos meses a causa de su participación en un altercado entre las ciudades de Asís y Perugia. Tras este lance, aquejado por una enfermedad e insatisfecho con el tipo de vida que llevaba, decidió entregarse al apostolado y servir a los pobres. En 1206 renunció públicamente a los bienes de su padre y vivió a partir de entonces como un ermitaño.
San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de clarisas.
Sin embargo, la dirección de la orden no tardó en pasar a los miembros más prácticos, como el cardenal Ugolino (que luego fue Papa) y el hermano Elías, y él pudo dedicarse por entero a la vida contemplativa. Durante este retiro, San Francisco de Asís recibió los estigmas (las heridas de Cristo en su propio cuerpo), según testimonio de él mismo, y compuso el poema Cántico de las criaturas o Cántico del hermano sol, que influyó en buena parte de la poesía mística española posterior.
San Francisco de Asís fue canonizado dos años después de su muerte, el 15 de julio de 1226, y sus sucesores lo admiraron tanto por su modelo de austeridad como por su sensibilidad poética.
La principal fiesta es la del patrón del pueblo, San Francisco de Asís, celebrada del 24 de septiembre al 8 de Octubre, además de la fiestas patrias de septiembre, decembrinas, y la Feria Regional Istmo - Costa, donde se reúnen los municipios de la Región: Arriaga, Tonalá, Pijijiapan y Mapastepec; Desde el 24 de Septiembre por la madrugada, es decir a las 00:00 horas, es cuando da inicio las festividades, en honor del patrón del pueblo, San Francisco de Asis el cual es bajado de su pedestal para que la gente pueda estar cerca de él e incluso pueda tocarlo, mismas que son adornadas con coloridas ofrendas al pueblo y la iglesia católica tradicional, de antaño familias enteras se dan cita en las calles de esta localidad, para hacer tributo a su santo y de esta forma venerarlo.
Estas festividades duran hasta el 08 de octubre, que es cuando el santo es regresado a su pedestal y su pueblo ya ha solicitado sus milagros, de los cuales no tienen ninguna duda que se harán realidad, pues la devoción a este santo es muy grande, al grado que es muy difícil pensar que en estas fiestas haga falta un solo habitante de Tonalá.
Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él, tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical.
Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado.
Cuando Francisco tenía unos 20, estalló la discordia entre las ciudades de Perugia y Asís, y en la guerra, el joven cayó prisionero de los peruginos. Duró un año, y Francisco la soportó alegremente. Sin embargo, cuando recobró la libertad, cayó gravemente enfermo.
La enfermedad, en la que el joven probó una vez más su paciencia, fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se sintió con fuerzas suficientes, determinó ir a combatir en el ejército de Galterío y Briena, en el sur de Italia. Con ese fin, se compró una costosa armadura y un hermoso manto. Pero un día en que paseaba ataviado con su nuevo atuendo, se topó con un caballero mal vestido que había caído en la pobreza; movido a compasión ante aquel infortunio, Francisco cambió sus ricos vestidos por los del caballero pobre. Esa noche vio en sueños un espléndido palacio con salas colmadas de armas, sobre las cuales se hallaba grabado el signo de la cruz y le pareció oír una voz que le decía que esas armas le pertenecían a él y a sus soldados.
Francisco partió a Apulia con el alma ligera y la seguridad de triunfar, pero nunca llegó al frente de batalla. En Espoleto, ciudad del camino de Asís a Roma, cayó nuevamente enfermo y, durante la enfermedad, oyó una voz celestial que le exhortaba a "servir al amo y no al siervo". El joven obedeció. Al principio volvió a su antigua vida, aunque tomándola menos a la ligera. La gente, al verle ensimismado, le decían que estaba enamorado. "Sí", replicaba Francisco, "voy a casarme con una joven más bella y más noble que todas las que conocéis". Poco a poco, con mucha oración, fue concibiendo el deseo de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio.
El pueblo Tonalteco, cuando la actividad primaria era principalmente la pesca, se encomendaban a este santo, creciendo día con día y a través de supuestos milagros impensables, su fe en él;, es cuando el santo es subido nuevamente a su pedestal, cuando las festividades terminan.
Cabe señalar que durante todo el proceso de estas fiestas, la gente de esta demarcación disfruta de muchas experiencias, a lo largo de las tan famosas ofrendas, empresas locales e internacionales rinden tributo, familias enteras e inclusive colonias enteras se ponen de acuerdo para sacar a las tan conocidas chiapanecas ofreciendo diversos vienes a los que más lo necesitan.
Hoy en día no es más que una muestra simbólica de lo que fueran las acciones de su santo, al desprenderse de los vienes materiales, en los momentos cruciales de tus vida, coloridos vestidos llevan las chiapanecas, risa en el pueblo, música diversa, aplausos y una verdadera devoción de los católicos, por este santo.
La falta de orden, las viviendas aledañas a las rutas clásicas de las ofrendas se han visto afectadas por la falta de consideración de los feligreses, embotellamientos vehiculares y acumulación de basura en toda la zona, por desgracias una mala organización por parte las autoridades, ya que esta problemática es de todos los años.
Seria de vital importancia que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, y que se ponga un orden entre los espectadores de tan bellos espectáculos y se pueda seguir con calma en cada festejo.
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