José Rivera
Tonalá, 15 de agosto, A 17 años de su partida, Rinden homenaje póstumo a Joaquín Vázquez Aguilar, el primo Quincho, en oportunidad de su cumpleaños sesenta y cuatro, (15 de agosto de 1947) tuvo buenos resultados entre los cientos de personas que llegaron al lugar.
En dicho evento estuvieron David Aguilar Solís, presidente municipal, acompañado de la Diputada Margot de Los Santos Lara, Gerardo Reyes Vázquez, director de fomento, Edilberto fuentes Castañeda, agente municipal de esa comunidad, Heberto Vázquez Aguilar, Hermano del poeta, en ese mismo evento la Unach, dono una urna, donde se encuentran algunas de las obras del poeta. De las cuales hizo mención la investigadora Yadira Rojas León,
El Poeta, escritor, era tan sencillo que “no buscaba representar a los lectores ni universalizar sus deseos y miedos, pero de modo inexorable creo la poesía que alcanzan el punto de fusión lo imaginado y lo vivido. El poeta mostró la inmensa desigualdad que priva en nuestros países: la lectura de un poema diario”. Algunas de sus obras más destacas, en el pico de la garza más Blanca y aroma de café
Sofía Míreles Gabito, organizadora del evento, Propone que la calle principal de su comunidad natal Cabeza de Toro, lleve el nombre del poeta Joaquín Vázquez Aguilar, Las palabras de los seguidores del poeta fueron más allá, al proponer la revelación de un busto como homenaje a la poesía mexicana, y por poseer él mismo muchos de los valores líricos y domésticos que expuso como razones para reconocer al chiapaneco de Cabeza de Toro, como al gran Jaime Sabines y Rosario Castellanos.
A Joaquín Vásquez Aguilar, en memoria al Poeta, Esos días de mar de los que hablaba, Joaquín Vásquez Aguilar, compañero poeta, amigo nuestro, nos traen sus latidos, nos conducen con la imaginación, por esas playas largas, en medio de palmeras, de huellas de cangrejos en la arena, nos llevan a buscarlo para decirle que no nos dijo adiós debidamente y que deseamos que "aparezca de nuevo en otra arena". Esos días de mar, nos hacen sentir que respiramos el aire del mar y del estero que tanto amó, nos traen sus palabras en brisas lejanas pero verdaderas, para recordarlo siempre:
Joaquín Vázquez Aguilar realizó sus primeros estudios en Cabeza de Toro, la secundaria, y preparatoria en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez. Más adelante, participó en las brigadas de teatro campesino auspiciadas por la Conasupo. Coordinó talleres literarios en la Universidad Autónoma de Chiapas, en la capital del estado y en el Centro de Escritores del Instituto Chiapaneco de Cultura, desde 1989 hasta 1994.
Se desempeñó como corrector de estilo y colaborador en revistas culturales y publicaciones diversas de la región. Participó en recitales poéticos y encuentros de escritores en varias ciudades del país. En 1990, el Patronato de la Feria Chiapas ´90 realizó un homenaje en su honor como un reconocimiento a su trayectoria literaria. Su voz quedó grabada en el disco tres de la colección "La palabra del poeta" con una selección de su producción editado por el Gobierno del Estado de Chiapas en 1990 y en el disco colectivo "Poesía Chiapaneca contemporánea", auspiciado por el Programa Cultural de las Fronteras.
Su obra poética está contenida en los libros Cuerpo adentro (UNACH., 1978), Aves (Rodrigo Núñez, Editor, 1980); Vértebras (Fondo de Cultura Económica, 1982); Casa ((UNACH., 1984), Cuaderno perdido (Casa de la Cultura de Juchitán, Oaxaca, 1989), Erguido a penas (Instituto Chiapaneco de Cultura 1991), Pequeño Paraíso perdido (UNACH./Colegio de Bachilleres de Chiapas,1996). Algunos de sus poemas fueron traducidos al francés por Claude Couffon en Poétes de Chiapas (Editions Caractères, París, 1997) y aparecen también en la Antología de María José Rodilla Poesía Vegetal (Editorial Porrúa, 1993). María José Rodilla afirma sobre Joaquín: "el poeta del mar, de las redes y de los pescadores chiapanecos, recrea en sus versos anécdotas de su familia, idolatra a su abuelo por la rica herencia oral que le infundió a su poesía y es el poeta maldito de San Cristóbal de las Casas por quien todos se preocupan y al que admiran los jóvenes Tuxtlecos".
Por otra parte, es justo decirlo aquí, Joaquín fue un poeta que se sentía orgulloso de ser de Chiapas, y especialmente, de Cabeza de Toro, pueblo de la costa chiapaneca. Siempre estuvo enamorado del mar. Para Joaquín Vásquez Aguilar, poeta del Manglar del magresal, de los paisajes marinos, de los ríos que desembocan en el mar y de la flora tropical, que reflejaron la belleza del estero que observó desde su pueblo natal, estos tópicos fueron una constante en su poesía:
Para Joaquín, el mar representó los días propicios para morir en soledad, temprano, a destiempo, como él, que no quiso cansarse de vivir:
Tonalá, 15 de agosto, A 17 años de su partida, Rinden homenaje póstumo a Joaquín Vázquez Aguilar, el primo Quincho, en oportunidad de su cumpleaños sesenta y cuatro, (15 de agosto de 1947) tuvo buenos resultados entre los cientos de personas que llegaron al lugar.
En dicho evento estuvieron David Aguilar Solís, presidente municipal, acompañado de la Diputada Margot de Los Santos Lara, Gerardo Reyes Vázquez, director de fomento, Edilberto fuentes Castañeda, agente municipal de esa comunidad, Heberto Vázquez Aguilar, Hermano del poeta, en ese mismo evento la Unach, dono una urna, donde se encuentran algunas de las obras del poeta. De las cuales hizo mención la investigadora Yadira Rojas León,
El Poeta, escritor, era tan sencillo que “no buscaba representar a los lectores ni universalizar sus deseos y miedos, pero de modo inexorable creo la poesía que alcanzan el punto de fusión lo imaginado y lo vivido. El poeta mostró la inmensa desigualdad que priva en nuestros países: la lectura de un poema diario”. Algunas de sus obras más destacas, en el pico de la garza más Blanca y aroma de café
Sofía Míreles Gabito, organizadora del evento, Propone que la calle principal de su comunidad natal Cabeza de Toro, lleve el nombre del poeta Joaquín Vázquez Aguilar, Las palabras de los seguidores del poeta fueron más allá, al proponer la revelación de un busto como homenaje a la poesía mexicana, y por poseer él mismo muchos de los valores líricos y domésticos que expuso como razones para reconocer al chiapaneco de Cabeza de Toro, como al gran Jaime Sabines y Rosario Castellanos.
A Joaquín Vásquez Aguilar, en memoria al Poeta, Esos días de mar de los que hablaba, Joaquín Vásquez Aguilar, compañero poeta, amigo nuestro, nos traen sus latidos, nos conducen con la imaginación, por esas playas largas, en medio de palmeras, de huellas de cangrejos en la arena, nos llevan a buscarlo para decirle que no nos dijo adiós debidamente y que deseamos que "aparezca de nuevo en otra arena". Esos días de mar, nos hacen sentir que respiramos el aire del mar y del estero que tanto amó, nos traen sus palabras en brisas lejanas pero verdaderas, para recordarlo siempre:
Joaquín Vázquez Aguilar realizó sus primeros estudios en Cabeza de Toro, la secundaria, y preparatoria en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez. Más adelante, participó en las brigadas de teatro campesino auspiciadas por la Conasupo. Coordinó talleres literarios en la Universidad Autónoma de Chiapas, en la capital del estado y en el Centro de Escritores del Instituto Chiapaneco de Cultura, desde 1989 hasta 1994.
Se desempeñó como corrector de estilo y colaborador en revistas culturales y publicaciones diversas de la región. Participó en recitales poéticos y encuentros de escritores en varias ciudades del país. En 1990, el Patronato de la Feria Chiapas ´90 realizó un homenaje en su honor como un reconocimiento a su trayectoria literaria. Su voz quedó grabada en el disco tres de la colección "La palabra del poeta" con una selección de su producción editado por el Gobierno del Estado de Chiapas en 1990 y en el disco colectivo "Poesía Chiapaneca contemporánea", auspiciado por el Programa Cultural de las Fronteras.
Su obra poética está contenida en los libros Cuerpo adentro (UNACH., 1978), Aves (Rodrigo Núñez, Editor, 1980); Vértebras (Fondo de Cultura Económica, 1982); Casa ((UNACH., 1984), Cuaderno perdido (Casa de la Cultura de Juchitán, Oaxaca, 1989), Erguido a penas (Instituto Chiapaneco de Cultura 1991), Pequeño Paraíso perdido (UNACH./Colegio de Bachilleres de Chiapas,1996). Algunos de sus poemas fueron traducidos al francés por Claude Couffon en Poétes de Chiapas (Editions Caractères, París, 1997) y aparecen también en la Antología de María José Rodilla Poesía Vegetal (Editorial Porrúa, 1993). María José Rodilla afirma sobre Joaquín: "el poeta del mar, de las redes y de los pescadores chiapanecos, recrea en sus versos anécdotas de su familia, idolatra a su abuelo por la rica herencia oral que le infundió a su poesía y es el poeta maldito de San Cristóbal de las Casas por quien todos se preocupan y al que admiran los jóvenes Tuxtlecos".
Por otra parte, es justo decirlo aquí, Joaquín fue un poeta que se sentía orgulloso de ser de Chiapas, y especialmente, de Cabeza de Toro, pueblo de la costa chiapaneca. Siempre estuvo enamorado del mar. Para Joaquín Vásquez Aguilar, poeta del Manglar del magresal, de los paisajes marinos, de los ríos que desembocan en el mar y de la flora tropical, que reflejaron la belleza del estero que observó desde su pueblo natal, estos tópicos fueron una constante en su poesía:
Para Joaquín, el mar representó los días propicios para morir en soledad, temprano, a destiempo, como él, que no quiso cansarse de vivir:
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