Lucero Hernández Hernández ,
Martes, 30 de Diciembre de 2008, Chiapa de Corzo, Chiapas México, A unos días de que dé comienzo la tradicional fiesta grande de Chiapa de Corzo, Roger, Roldan y José, tres inseparables amigos de 13, 10 y 9 años, se preparan con todo para recibir la fiesta más grande de su pueblo, y es que el contagio cultural de las danzas, sones y zapateados, son los ingredientes perfectos para que también estos peques formen parte de las costumbres y tradiciones de la colonial ciudad.
La inquietud que nace de los niños en tocar los famosos instrumentos que da vida a la fiesta de enero, nace por dos primos, desde hace aproximadamente cuatro años, quienes fueron Roger Beltrán Pérez y Roldan Alejandro González Villanueva, en donde dos años después se integra José Enrique Gómez Ríos, mejor conocido como Quique entre sus amiguitos, y así nace el grupo de tamboreros más pequeño de Chiapa de Corzo.
Y es que para sus padres han sido la mejor admiración, pues estos pequeños también salen a tocar en posadas, chuntaes, enrramas etc, y es así en donde amigos vecinos, familiares y diversas personas han admirado las inquietudes de estos niños, se saben muy bien los cantos y sones de las tradiciones de un pueblo mágico, y aunque el grupo de tamboreros conformados de estos tres amiguitos, aun no tienen nombre, la gente les -dicen- cuando los ven tocar en las principales calles, “ahí van tocando las hormigas” por ser tan chiquitos.
En entrevista para nuestro medio, nos detallaron lo que de grande les gustaría ser, y es que para un niño las ilusiones de ser un héroe, no deja de ser un anhelo entre la niñez, pues Roger nos –dijo- “yo de grande quiero ser doctor, porque si se enferma mi mamá, yo lo voy a curar”, Quique precisó “yo de grande quiero ser contador, porque a cada rato ando contando”, y Roldán expresó “de grande yo me gustaría ser abogado, para ayudar a la gente a solucionar su problema” concluyeron alegremente.
Aun que estos niños comenzaron desde muy chico, agarrando como instrumento de ensayo botes de lata, así con el tiempo fueron perfeccionando los ritmos de las danzas, actualmente son la admiración no solo de sus barrios, si no que de todo el pueblo de Chiapa de Corzo, y hoy reconocidos en todo el estado, así pues nace un nuevo orgullo para el pueblo, quienes son se señalan como chiapacorceñitos “listos para recibir a la tradicional fiesta grande de su pueblo”.
Martes, 30 de Diciembre de 2008, Chiapa de Corzo, Chiapas México, A unos días de que dé comienzo la tradicional fiesta grande de Chiapa de Corzo, Roger, Roldan y José, tres inseparables amigos de 13, 10 y 9 años, se preparan con todo para recibir la fiesta más grande de su pueblo, y es que el contagio cultural de las danzas, sones y zapateados, son los ingredientes perfectos para que también estos peques formen parte de las costumbres y tradiciones de la colonial ciudad.
La inquietud que nace de los niños en tocar los famosos instrumentos que da vida a la fiesta de enero, nace por dos primos, desde hace aproximadamente cuatro años, quienes fueron Roger Beltrán Pérez y Roldan Alejandro González Villanueva, en donde dos años después se integra José Enrique Gómez Ríos, mejor conocido como Quique entre sus amiguitos, y así nace el grupo de tamboreros más pequeño de Chiapa de Corzo.
Y es que para sus padres han sido la mejor admiración, pues estos pequeños también salen a tocar en posadas, chuntaes, enrramas etc, y es así en donde amigos vecinos, familiares y diversas personas han admirado las inquietudes de estos niños, se saben muy bien los cantos y sones de las tradiciones de un pueblo mágico, y aunque el grupo de tamboreros conformados de estos tres amiguitos, aun no tienen nombre, la gente les -dicen- cuando los ven tocar en las principales calles, “ahí van tocando las hormigas” por ser tan chiquitos.
En entrevista para nuestro medio, nos detallaron lo que de grande les gustaría ser, y es que para un niño las ilusiones de ser un héroe, no deja de ser un anhelo entre la niñez, pues Roger nos –dijo- “yo de grande quiero ser doctor, porque si se enferma mi mamá, yo lo voy a curar”, Quique precisó “yo de grande quiero ser contador, porque a cada rato ando contando”, y Roldán expresó “de grande yo me gustaría ser abogado, para ayudar a la gente a solucionar su problema” concluyeron alegremente.
Aun que estos niños comenzaron desde muy chico, agarrando como instrumento de ensayo botes de lata, así con el tiempo fueron perfeccionando los ritmos de las danzas, actualmente son la admiración no solo de sus barrios, si no que de todo el pueblo de Chiapa de Corzo, y hoy reconocidos en todo el estado, así pues nace un nuevo orgullo para el pueblo, quienes son se señalan como chiapacorceñitos “listos para recibir a la tradicional fiesta grande de su pueblo”.
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