lunes, 4 de agosto de 2008

Chiapa de Corzo, parte de su historia Heroica,


Jose Rivera Martinez
Ciudad histórica situada en la margen derecha del río Grande o Grijalva, a 14 km de Tuxtla Gutiérrez. La estrategia posición en el cruce del río en el punto de encuentro en la depresión central con los Altos, propició un poblamiento temprano que se remonta a 1400 a.C Un grupo de filiación otomague, los chiapanecas, llegó el lugar hacia el año 1000, sojuzgando a sus vecinos. Con ellos tuvieron contacto los españoles, primero en 1524, cuando llego la expedición de Luis Marín, y luego en 1528, con la entrada conquistadora de Diego de Mazariegos. Después de la Conquista, Chiapa se convirtió en una encomienda y más tarde en una dependencia directa de la corona española, por lo que recibió el de Chiapa de la Real Corona. En 1821 se unió al movimiento independentista iniciando en Comitán y fue teatro durante el siglo XIX de las grandes luchas entre liberales y conservadores. La batalla del 21 de octubre de 1863, fue una decisiva para el triunfo de la Reforma en Chiapas. Era el tiempo del gobierno de Angel Albino Corzo, en cuyo honor Chiapas lleva su apellido. El primer elemento del patrimonio cultural de Chiapas es su traza regualar de configuración geométrica, resultando de la planificación que fusionó los ideales urbanísticos renacentistas con los rasgos de la ciudad prehispánica. La traza de la ciudad se generó a partir de la plaza mayor, alrededor de la cual se ubicaron los elementos urbanos más sobresalientes )fuente, cabildo, casas de comercio y templos ), convirtiéndola en un claro reflejo del sistema económico-social que le dio origen y de la importancia de la población, pues fue durante los primeros dos siglos de la colonia, el asentamiento más importante de la provincia. Rodean a la plaza los portales construidos posiblemente en el siglo XVIII, el edificio del ayuntamiento y la casa de don Angel Albino Corzo en el ángulo noroeste. Ya dentro de su perímetro se encuentran la secuelar pochonta, árbol sagrado, que se relaciona, según la tradición, con la fundación de la ciudad, y la torre del reloj construida en los años cincuenta y que trató de imitar la arquitectura de la fuente o pila. La Pila
Es un edificio sin paragón en el arte colonial hispanoamericano y broche de oro del arte hispanoárabe. Su diseño único no está relacionado en forma directa con ningún prototipo español. De acuerdo con el cronista Antonio de Remesal, esta fuente "trazole y comenzole el padre Fray Rodrigo de León y en su ausencia suya la prosiguió un español hasta echarle este año de 1562 el agua…" La Pila no solamente cumplía era un punto de reunión de los habitantes del pueblo, por lo que servía a un doble propósito social. Sobre una planta octagonal, se levanta una estructura formada por una bóveda sobre pilares detenidos por arbotantes que repinten el número ocho. Octagonal es asimismo el brocal situado bajo la bóveda segmetada por nervaduras. Toda la fuente es de ladrillos, algunos cortados en punta de diamante. La utilización de este material es lo que le da una textura peculiar. Construida en la mejor tradición mudéjar, reúne en una gran armonía arquitectónica, elementos derivados del arte musulmán (planta octagonal y trabajo de ladrillo), una cúpula de inspiración renacentista y elementos estructurales derivados del gótico, pero es un edificio original que no copió estructuras. Carece de fundamento la versión que fue inspirada en la corona de los reyes de España. Los letreros colocados en los botareles no informa confiablemente. El crítico de arte de Francisco de la Maza comentó que "la gran fuente de Chiapa de Corzo, ella sola, vale un viaje a Chiapas.Los Barrios
Al igual que la traza de la ciudad, que remoto la experiencia urbanística prehispanica, los actuales barrios son herederos de los na'ngotá chiapanecas que era cuando menos ocho y cuyos señores formaban la clase privilegiada. Se sabe con certeza el nombre de seis de esos barrios: Cacú, Nbñamoy, Candili, Monyholá, Napiniaca y Shanguti. Ellos coinciden en gran medida con los actuales. Unos de los más tradicionales es el de San Jacinto donde se elaboran las máscaras de parachicos y los jicalpextles. La iglesia del Señor de los Milagros acompañada de una ceiba preside la plazuela del barrio. Santa Elena es un barrio que ha conservado en gran n medida su arquitectura tradicional. Ruinas de San Sebastián
Sobre el cerro de San Gregorio están las ruinas de San Sebastián, construcción del siglo XVII cuya existencia denota la importancia económica y demográfica de la ciudad en la época colonial, pues en otros pueblos Sólo había una iglesia. Tiene una planta de tres naves separadas por arquerias derrumbadas en fecha reciente. Quedan en pie su ábside y su fachada que se inscribe en la modalidad de fachada-retablo con nichos entre las pilastras. En San Sebastián se perciben elementos mudéjares, renacentistas y barrocos. Fue el Fuerte Independencia durante la batalla de 21 de octubre de 1863 y desde ella se aprecia una vista panorámica excepcional del conjunto urbano volcado sobre el paisaje del río Grande.

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